ESLOGAN

MMM INDEPENDENCIA

Direccion del templo de Independencia

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Av. El pacífico # 133(Al frente del Rocky)
Entrada Av.Túpac Amaru - INDEPENDENCIA
Cultos Martes a Domingo 7:30 - 9:30 p.m
Escuela Dominical 10 a.m - 12:30 p.m

jueves, 29 de julio de 2010

Películas Cristianas – Prueba de Fe

Sinopsis:

El protagonista de esta hermosa película es Esteban, un niño de 12 años de edad quien es ridiculizado y rechazado por se fe. El niño comparte su humillación con sus padres. Esa noche, por medio de un sueño, él viaja al pasado, y se encuentra con Jesús, Esteban el mártir, varias familias que están a punto de entrar al coliseo romano, William Tyndale, niños cristianos del Oriente Medio moderno, y otros que osan de hablar de su fe. Esteban cambia radicalmente su punto de vista del reino de Dios y su definición de «cristiano» es revolucionada por esta experiencia. El pequeño despierta con un profundo deseo de atestiguar de Cristo y de su fe. Esta desafiante historia es un reto para todas las edades y una poderosa herramienta para la formación. Este recorrido con los grandes héroes de la fe nos anima a seguir caminando al lado de Cristo, cuando estamos en una prueba de fe







Películas Cristianas para Jóvenes – Un Deseo Cumplido

Sinopsis:

Dan Burgess es un muchacho de preparatoria que se pregunta si su compromiso de ser cristiano vale la pena. Se acerca una gran fiesta y todos los muchachos se preparan para asistir, le gustaría ir pero sabe que no debe, le gusta una chica con la que le gustaría salir, pero sabe que no debe, sus amigos hacen bromas de su fe en Cristo y piensa que está perdiéndose de toda la diversión que le ofrece el mundo, además siente que su fe no parece influir en las personas alrededor suyo, así que en una noche de frustración, decide que su fe lo está privando de muchas cosas y desea nunca haber sido cristiano. Observa lo que sucede cuando Dan tiene que tomar un segundo vistazo a su vida.










Películas Cristianas para Jóvenes – La Cita

Sinopsis:

Una mujer esta escribiendo en contra de Dios en el editorial del diario local. Un dia un misterioso visitante, llega a la oficina de ella con un mensaje del Señor. El le dice que en el 19 de septiembre, a las 6:05 pm. ella morira. ¿ Es esto una broma? o ¿Es la verdad?. Ella tiene ocho dias de vida, y comienza el suspenso.





Películas Cristianas – El Fin de la Cosecha

Sinopsis:

Una película evangelística que motivará a pensar acerca del fin de los tiempos. Esta película presenta el evangelio y las respuestas a la vida eterna. En este drama profético e inspirador un estudiante universitario descubre que los seis días de la creación podría ser un cuadro de cómo el curso de la vida en la tierra conduciría al regreso Cristo… y hoy podría ser el “día final”. La junta del club de filosofía que busca la oportunidad para humillar a los cristianos… Un creyente que no está en comunión con el Señor en busca de venganza … Un cristiano maduro que tienen dudas acerca de compartir su fe … Un reporte controversial acerca del momento en que ocurrirá la segunda Venida. ¡Una película evangelística con una conclusión sorpresiva.! «El fin de la cosecha» muestra lo cerca que está la segunda Venida de Cristo, así como los eventos que acontecerán. Esta película muestra claramente el evangelio y será una herramienta efectiva para ganar almas para Cristo antes de que sea muy tarde.







Películas Cristianas – Enemigos Invisibles

Sinopsis:

Enemigos invisibles es una historia sobre un estudiante universitario llamado Jackson, que se encuentra un par de gafas que le permite ver el mundo espiritual. A través de las gafas descubre cómo las vidas de sus amigos se ven influenciadas por el mal, demonios que ellos no pueden ver. Jackson intenta convencer a sus amigos que la vida no es neutral y que hay realidades que son invisibles que afectan a sus vidas. Ellos piensan que es absurdo. Cindy amiga de Jackson reconoce que hay muchas cosas que son reales que no se pueden ver. Jackson, al final, rescata a su hermana que estaba cerca del desastre, utilizando el poder de Jesucristo.







Enfrentando a los Gigantes

Sinopsis:
¡Inspiración para el juego de la vida! ¡Nunca te rindas! ¡Nunca retrocedas! ¡Nunca pierdas la fe! El entrenador de la preparatoria Grant Taylor cree que las cosas no pueden estar en peores condiciones, han perdido los partidos durante las últimas seis temporadas de juegos. El y sus jugadores se encuentran muy decepcionados… Pero estaba equivocado. Temiendo grandemente a fracasar de nuevo en el fútbol y en su vida, este vencido entrenador se vuelve a Dios en medio de su desesperación buscando ayuda. Confiando que Dios de alguna manera hará lo imposible, el entrenador Taylor y su equipo de jugadores «Shilih Christian Eagles» pronto descubrirán como la fe juega un vital rol dentro y fuera del campo de juego.

miércoles, 26 de mayo de 2010

XX Convención Nacional en el Perú

(haga clic aqui para mas detalles)





Watch live video from xxconvencionperu on Justin.tv

El estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) se viene acondicionando para la realización de la XX Convención Nacional del Perú.


Un gran número de hermanos del Movimiento Misionero Mundial (MMM) se encuentran efectuando las redes eléctricas y la instalación de un estrado de proporciones significativas de primera categoría.

El reverendo Rodolfo González, supervisor nacional del MMM en el Perú, durante su visita a este recinto pudo presenciar el avance de las obras que incluirán facilidades de acceso para los miles de asistentes a este magno evento.

De esta manera, el siervo de Dios hizo extensiva su invitación a todos los peruanos para que participen en esta inolvidable fiesta espiritual.
Disfrute parte del mensaje de la primera noche de Convención:






lunes, 10 de mayo de 2010

LA BODA DE LOS HERMANOS MOISES Y BETSY



GRAN BODA
En el mes de abril se caso nuestro amado hermano y nuestra amada hermana .. "MOISES Y BETSY" .... Una gran bendicion para los hermanos ,que con gran amor se unieron , decidiendo llevar a cabo sus pactos matrimoniales y juntar sus vidas delante de DIOS y todos nosotros ,de la que con gran gozo fuimos testigos de sus promesas ...MUCHAS BENDICIONES "MOISES Y BETSY" ...







Para mas informacion acerca de como llevar una mejor relacion , con el temor de Dios
pues este libro te ayudara mucho ; escrito por el REV.RODOLFO GONZÁLEZ CRUZ.
Lo puedes comprar en la libreria de la siguiente direccion, Av. 28 de Julio 1781-La Victoria LIMA-PERU

viernes, 7 de mayo de 2010

LA DESPEDIDA DE SOLTERO DE NUESTROS HERMANOS "MOISES Y BETSY"


El 26/04/2010; dimos una gran sopresa a los hermanos al organizarles su fiesta de despedida ,de la que todos disfrutamos mucho , especialmente cuando los hermanos de sus grupos hicieron un pequeño "sketch"..sobre como se conocieron y se enamoraron =) sacando a mas de uno risas y carcajadas , el hno.moises no fue ajeno al tratar de cambiar a un bebito de muñeco probandole su destreza con los niños y la hermana betsy planchando la camisa para su futuro esposo jaj etc.. Bueno aqui veremos algunos momentos de nuestros hermanos en su todavia "solteria" (y con la gran victoria de haberse guardado en todo este tiempo del enamoramiento y noviazgo segun los estatutos que manda nuestro señor Jesucristo) , con sus amigos y hermanos de la iglesia compartiendo varios momentos agradable juntos...









ahora algunos videos ;bueno es la parte que mas me gusto .espero que sea de su gozo tambien..






viernes, 2 de abril de 2010

CONFRATERNIDAD DE JOVENES



El Espíritu Santo: factor imprescindible I
Dr. Charles F. Stanley
¿Alguna vez se ha puesto a pensar por qué no progresa en la vida cristiana?; ¿por qué su amor para con Dios no ha crecido en los últimos meses o en los últimos años?; ¿por qué no tiene más sed de Dios?; ¿por qué ya no le interesa tanto leer la Biblia?; ¿por qué ya no da su diezmo como antes?
"¿Qué está pasando en mi vida? -se pregunta usted-. Estoy estancado en mi crecimiento espiritual. ¿Por qué no estoy creciendo más?"
Es más, al ponerse a examinar su vida usted se da cuenta de que aún titubea a la hora de hablar a otros de su fe, que aún titubea a la hora de prestar algún servicio en la iglesia, aún titubea a la hora de dar sus diezmos y ofrendas y sigue teniendo luchas con vicios de la vida vieja. Y usted se pregunta por qué Dios no contesta sus oraciones como antes. Usted sabe bien que es salvo; usted asiste a la iglesia, lee su Biblia y hace oración, y, sin embargo, se da cuenta de que algo hace falta en su vida. ¿Cuál es la causa de que en su vida halla más estancamiento que crecimiento, más fracasos que victoria y más vacío que gozo?
Pues la verdad, mi amable lector, es que puede haber varias causas que expliquen por qué está sucediendo eso en su vida. Pero yo creo que hay una causa principal por la que muchos creyentes fracasan en la vida cristiana. Y de eso, precisamente, quiero que hablarle en el estudio de hoy.
Le pido que me preste toda su atención y se decida a poner en práctica los principios que aprenderemos en el mensaje de hoy y en el próximo, para que pueda salir de ese estancamiento espiritual en que se encuentra y así pueda ver cómo el Señor actúa en su vida de una manera diferente; cómo ese vacío será reemplazado por el gozo y empezará a ver la vida cristiana de una manera muy diferente, y comenzará a sentir la emoción de lo que es conocer personalmente a Cristo y de servirle y verlo bendecir su vida de una manera extraordinaria.
Abra su Biblia en el Evangelio según San Lucas capítulo 24. Recordemos que ya el Señor había resucitado. En los versículos anteriores a éste él se había acercado a los dos discípulos que iban camino a Emaús, los cuales iban hablando de las cosas que habían sucedido en los días anteriores, y les pregunta de qué estaban hablando. Ellos le contestan preguntándole que si no había oído hablar de todas las cosas que habían sucedido en Jerusalén en los días anteriores. El Señor aprovecha la oportunidad para explicarles por qué fue necesario que esas cosas sucedieran, se da a conocer a ellos y desaparece. Luego estos dos discípulos les cuentan a los otros lo que les había sucedido en el camino.
Leamos ahora los versículos 36 al 49. San Lucas capítulo 24, versículos 36 al 49. Dice la Palabra del Señor:
36. Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.
37. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu.
38. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?
39. Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
40. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
41. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis algo aquí de comer?
42. Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel.
43. Y él lo tomó, y comió delante de ellos.
44. Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
45. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
46. y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
47. y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
48. Y vosotros sois testigos de estas cosas.
49. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
¿Por qué dijo el Señor a los discípulos que se quedaran en Jerusalén hasta que fueran investidos de poder de lo alto? ¿Por qué tantos creyentes viven sin comprender que el Espíritu Santo es un factor imprescindible en la vida cristiana?
Primero quiero aclarar algunas cosas en cuanto al Espíritu Santo. Si uno preguntara ¿quién es el Espíritu Santo?, le aseguro que muchos cristianos se quedarían mudos, sin saber qué responder ni qué decir. Pero, ¿quién en realidad es el Espíritu Santo? Porque los discípulos mismos, aún después de tres años y medio de haber andado con el Señor y haberle visto hacer milagros y oír sus enseñanzas, no tenían ese conocimiento, y por eso el Señor les dijo que se quedaran en Jerusalén y esperaran la promesa del Padre, hasta que fueran investidos con poder de lo alto.
En primer lugar, el Espíritu Santo es una de las tres Persona de la Trinidad, o de la Deidad. Leamos lo que dice Génesis capítulo 1, que es donde se menciona por primera vez al Espíritu Santo. Génesis capítulo 1, versículo 2; dice:
2. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y luego, en el versículo 26, del mismo capítulo, dice:
26. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Note que dice "hagamos". ¿De quiénes está hablando? ¿A quiénes se refiere? Desde luego, se sobreentiende que "hagamos" se refiere al sujeto "nosotros", y ese "nosotros" son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Hay muchos versículos en la Biblia que enseñan lo mismo. Pero hay uno en especial que quiero que leamos. Está en el Evangelio según San Juan capítulo 15, versículo 26. En este versículo vemos que se hace alusión a la Trinidad. Juan capítulo 15, versículo 26; dice:
26. Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Vemos claramente que en este versículo se menciona tres Personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. El Señor Jesucristo se refiere al Espíritu Santo como el Consolador y el Espíritu de verdad. No se está refiriendo a una cosa o a un ente desconocido o a cierta fuerza o energía que vaga por el universo, sino que menciona a una Persona: el Espíritu de Dios. Así que, en este versículo se mencionan las tres Personas de la Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, y los tres toman parte en la obra de Dios.
Entonces, si alguien le preguntara, ¿quién es el Espíritu Santo?; su respuesta deberá ser: el Espíritu Santo es una Persona de la Trinidad.
En segundo lugar, el Espíritu Santo es la promesa del Padre. En San Lucas capítulo 24, versículo 49, Cristo dice:
49. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investido de poder de lo alto.
Dios Padre prometió enviar al Espíritu Santo, y prometió enviarlo como el Consolador. Y el mismo hecho de que a él se le llame el Consolador indica que es una persona, no una cosa ni una energía o algo parecido.
Entonces, en primer lugar, el Espíritu Santo es una Persona de la Trinidad; segundo, es la promesa del Padre. El Señor Jesucristo, en el capítulo 14 de San Juan, versículo 16, dice:
16. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador…
Con esto Cristo quiso decir que enviaría a Otro igual a él. O sea, él les dice: "Yo voy a enviarles a otra Persona igual a mí. Voy a enviarles a otro Consolador; uno que es como yo, para que esté con ustedes para siempre".
Luego, en el versículo 17, dice:
17. El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Cristo dice muy claramente que el Espíritu Santo no es una fuerza, no es una energía ni un ente abstracto, sino una de las Personas de la Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Entonces, en primer lugar, vimos en Génesis que Dios dice "hagamos el hombre a nuestra imagen"; es Dios hablando consigo mismo. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo consultan entre sí. Y en Juan 15:26 Cristo dice lo mismo una vez más.
Entonces, el Espíritu Santo es una Persona de la trinidad, es la promesa del Padre, pero también es un don para todo creyente.
Busque Hechos capítulo 2, versículo 38. En este capítulo tenemos el mensaje que Pedro predicó el día de Pentecostés. Ese día, cuando Pedro llegó al final de su mensaje, todos los que estaban oyendo, dijeron: "¿qué podemos hacer?" Y vea lo que dice en el versículo 38. Hechos capítulo 2, versículo 38, dice la Palabra de Dios:
38. Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Dese cuenta, mi amable lector, de que no tenemos que suplicarle y rogarle a Dios que nos dé el Espíritu Santo ni tenemos que hacer obras para ganarnos el privilegio de recibirlo. ¿Por qué? Porque al convertirnos a Cristo y recibirle como Salvador el Espíritu Santo viene a morar en nosotros para sellarnos como hijos de Dios para siempre.
La Palabra de Dios distingue entre creyentes e inconversos. Hay una gran diferencia entre ambos grupos, y la diferencia está en que el Espíritu Santo habita en los creyentes pero no en los inconversos. La diferencia entre creyentes e inconversos no está tanto en la conducta, aunque ésta es importante, sino en el hecho de que los creyentes hemos sido sellados como hijos de Dios por el Espíritu Santo, pero los inconversos no lo han sido.
Los creyentes no tenemos que preocuparnos por ver cómo recibimos al Espíritu Santo porque él ya habita en nosotros.
Vea, mi estimado lector, el bautismo del Espíritu no es algo que nosotros debemos procurar o buscar o tratar de merecerlo. El bautismo del Espíritu Santo no es otra cosa que la obra que él hace en nosotros en el momento que nos convertirnos a Cristo y le recibimos como Salvador. En ese momento, el Espíritu Santo nos bautiza en Cristo, o sea, nos hace miembros del cuerpo de Cristo. Y eso es a lo que se refiere el apóstol Pablo en 1 Corintios capítulo 12 al decir que hemos sido bautizados en Cristo por el Espíritu Santo y que somos uno en él.
Ahora, en el capítulo 3 del Evangelio según San Juan, Cristo (refiriéndose al nuevo nacimiento) dice a Nicodemo: "Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es". Con esas palabras le estaba dando a entender que el Espíritu Santo es quien nos redarguye de pecado y nos hace ver que estamos perdidos y que necesitamos ser salvos. Él nos hace ver el hecho de que Cristo murió por nuestros pecados y que necesitamos convertirnos a él. Todo esto lo hace el Espíritu Santo en nosotros, por eso es un factor imprescindible en la vida cristiana.
Bien, ya sabemos, entonces, que el Espíritu Santo no es una energía, no es una fuerza, no es una cosa ni es un ente abstracto, sino que es una Persona de la Deidad y es el don de Dios Padre para todo lo creyente.
Ahora, ¿por qué vino el Espíritu Santo al mundo y con qué propósito vino a nuestra vida?
Volvamos al Evangelio según San Lucas capítulo 24 y leamos otra vez el versículo 49. Vea lo que dice:
49. He aquí yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
El Señor les dice: "Quédense en la ciudad de Jerusalén y esperen; nada más esperen". Me imagino que tal vez los discípulos pensaron: "Vaya, que pérdida de tiempo. El Señor nos ha comisionado a ir a predicar el Evangelio y a hacer discípulos a todas las naciones, y ahora nos dice que nos quedemos aquí y esperemos".
Pero, claro, el Señor sabía que ellos no estaban preparados para la obra que les había encargado. Ni siquiera estaban preparados para vivir la vida que los había llamado a vivir.
Hay dos razones principales de por qué Dios Padre envió al Espíritu Santo a habitar en nosotros. En primer lugar, lo envió para que nos capacitara y nos diera el poder para llevar a cabo la Gran Comisión.
Pero quiero aclarar algo aquí. Esa Gran Comisión no es solamente predicar. Lo que quiere decir es que Dios, por medio del Espíritu Santo, nos ha dotado de personalidad, de aptitudes, de habilidades y de otras cualidades para que le sirviéramos.
Todos tenemos dones diferentes. Algunos tiene el don de servir, otros el don de dar, otros el don de administrar, otros el de exhortación o el de predicar o el de enseñar. Hay muchos dones que Dios por medio del Espíritu ha dado a los creyentes. Y todo creyente, sin excepción, ha recibido un don del Espíritu Santo.
Pero el hecho de que él nos haya dado dones no quiere decir que ya estamos preparados para hacer la obra del Señor; porque Cristo mismo dijo a sus discípulos -que habían estado con él todo el tiempo que anduvo enseñando, predicando y sanando- que se quedaran en Jerusalén hasta que fueran investidos con poder de lo alto. ¿Por qué? Porque aún no estaban preparados.
Ahora, muchos creen que la obra del Espíritu Santo se limita a cosas de la iglesia. Pero Dios ha dado dones a todos los creyentes y los ha capacitado para tomar parte en su obra. Claro, seguramente usted escogió su profesión, su vocación o su carrera. ¿Le preguntó usted al Señor qué quería él que usted hiciera? Supongo que la mayoría de ustedes decidieron qué hacer con su vida, qué carrera o vocación seguir; pero nunca se molestaron pedir consejo al Señor o preguntarle qué quería que ustedes hicieran. Y es que para lograr y llegar a ser lo mejor en la vida debemos hacer lo que Dios espera de cada uno de nosotros, pero debemos hacerlo según los dones espirituales que nos ha dado.
Por ejemplo, digamos que uno de ustedes tiene el don de administrar: ése es su don espiritual. Pero si a usted lo ponen a hacer otras cosas o si le asignan otra función o tarea que no va con su don espiritual, ¿sabe qué pasará? Usted no durará mucho en ese cargo o función ni sacará el mayor provecho de ello, porque su don es el de administrar y todo su ser clama por ejercer ese don.
Vea, si asignáramos responsabilidades y funciones a los creyentes que vayan con el don espiritual de cada uno y los enseñáramos a ejercer ese don, veríamos un gran cambio en cómo cada uno ejercería ese don al máximo de sus posibilidades; desde luego, cumpliendo el propósito de Dios para sus vidas.
Por eso es tan importante que usted ore y diga: "Señor, ¿qué quieres que yo haga?, ¿dónde me quieres?, ¿en qué vocación?, ¿en qué carrera?, ¿en qué trabajo?, ¿en qué ministerio? Porque lo mejor para su vida es ejercer el don que Dios le ha dado y hacerlo en el lugar y en el tiempo que él le indique.
Entonces Dios envió al Espíritu Santo para que nos capacitara y preparara para hacer la obra que él quiere que hagamos.
Ahora, quiero que busque Lucas capítulo 4, y vamos a leer el versículo 18. Recuerde que Cristo se limitó a sí mismo; o sea, se despojó de su gloria y omnipotencia cuando vino al mundo. En San Lucas capítulo 4 dice que el Señor, cuando iba a comenzar su ministerio, fue al desierto donde Juan estaba bautizando y le dijo que lo bautizara. Cuando Juan estaba bautizándolo, el Espíritu de Dios descendió en forma de paloma. Luego, en el capítulo 4 versículo 1, dice:
1. Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió al Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto.
Entonces el Espíritu Santo descendido sobre Cristo lo ungió para la obra de Dios y luego lo llevó al desierto. Y en los versículos 14 y 15 dice:
14. Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
15. y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.
Luego, en el versículo 17 dice que se le dio el libro del profeta Isaías para que leyera, y él leyó, y en el versículo 18 dice:
18. El Espíritu del Señor está sobre mí…
Vemos aquí que el Espíritu Santo fue un factor imprescindible en la vida y ministerio del Señor Jesucristo. Y por eso el Señor dijo a sus discípulos que se quedaran en Jerusalén, hasta que fueran investidos de poder de lo alto, porque él sabía que ellos aún no estaban preparados ni capacitados para hacer la obra que él les había encomendado, sino hasta que el Espíritu Santo descendiera y los ungiera con el poder de Dios.

¿Cómo puedo ser lleno del Espíritu Santo?



Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. Y de repente sobrevino del cielo un ruido, como de un viento que irrumpe impetuosamente, y llenó toda la casa en la que se hallaban. Entonces se les aparecieron unas lenguas como de fuego, que se dividían y se posaban sobre cada uno de ellos. Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas, según el Espíritu les hacía expresarse.

Hechos 2, 1-4





Respuesta: Un verso clave que trata sobre la llenura del Espíritu Santo en nuestra era es Juan 14:16, donde Jesús promete que el Espíritu morará dentro de los creyentes y que Su residencia es permanente. Es importante distinguir entre la morada y la llenura del Espíritu. La morada permanente del Espíritu no selectiva para solo algunos pocos creyentes, sino para todos ellos. Hay un buen número de referencias a este respecto en las Escrituras que apoyan esta conclusión. Primero; es que El Espíritu Santo es un regalo para todos los creyentes en Jesucristo sin excepción, y no existen condiciones para tenerlo, excepto la fe en Jesucristo (Juan 7:37-39). Segundo; el Espíritu Santo es otorgado en la salvación. Efesios 1:13 indica que el Espíritu Santo es dado en el momento de la salvación. Gálatas 3:2 también enfatiza esta misma verdad, diciendo que el sello y la residencia del Espíritu en el creyente, tuvo lugar al momento de creer. Tercero; el Espíritu Santo mora en los creyentes permanentemente. Es Espíritu Santo es dado a los creyentes como un “enganche” del pago, o “garantía” de su futura glorificación en Cristo (2 Corintios 1:22; Efesios 4:30).

Esto es en contraste con la orden de la llenura del Espíritu que encontramos en Efesios 5:18. Debemos estar tan totalmente entregados al Espíritu Santo, que Él pueda poseernos por completo, y en ese sentido, ser llenos. Romanos 8:9 y Efesios 1:13-14 afirman que Él mora dentro de cada creyente, pero también que Él puede ser contristado (Efesios 4:30) y Su actividad dentro de nosotros puede ser apagada (1 Tesalonicenses 5:19). Cuando permitimos que esto suceda, no experimentamos la llenura del Espíritu Santo trabajando y fortaleciendo en y a través de nosotros. El ser lleno con el Espíritu, implica darle a Él la libertad para ocupar cada parte de nuestra vida, guiándonos y controlándonos. Entonces Su poder puede ser ejercido a través de nosotros, para que lo que hagamos sea un fruto para Dios. La llenura del Espíritu no se aplica solamente a hechos externos; también se aplica a los pensamientos más íntimos y los motivos de nuestros actos. El Salmo 19:14 dice, “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, oh, Jehová, roca mía, y redentor mío.”

El pecado es lo que nos separa de la llenura del Espíritu Santo, y la obediencia a Dios es lo que mantiene Su llenura. Aunque nuestra meta debe ser el ser llenos como se nos ordena en Efesios 5:18, no es el orar por ello lo que nos llena del Espíritu Santo, es solo nuestra obediencia a los mandatos de Dios lo que permite la libertad del Espíritu para trabajar dentro de nosotros. Debido a nuestra naturaleza pecaminosa, es imposible para nosotros permanecer llenos del Espíritu todo el tiempo. Por esto, debemos tratar inmediatamente con el pecado que surja en nuestras vidas, y renovar nuestro compromiso de ser llenos y guiados por el Espíritu Santo.
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